<< Un año de pandemia, 12 meses de abandono, 365 días de penurias >> Ha sido el eslogan principal de la marcha de la hostelería andaluza que, volvió este martes día 16 de marzo a llenar las calles de las ocho capitales de provincia para reclamar a las Administraciones, especialmente a la estatal, ayudas directas tras un año de abandono y ruina para el sector.
Andalucía está a la cola nacional en apoyo institucional a una actividad tan castigada. La hostelería cordobesa no puede aguantar más.
Convocados por la Asociación de Empresarios de Hostelería de Córdoba (Hostecor) y la Asociación de Empresarios del Hospedaje de Córdoba (Aehcor)
Una caravana con un centenar de vehículos, con carteles reivindicativos y sonando las bocinas ha circulado por las principales calles del centro de Córdoba. No han podido estar todos lo que son ni son todos los que están.
´<< Gracias por nada >> es uno de los lemas de esta marcha, Ahogados por las deudas y sin liquidez para poder hacer frente a las mismas por la parálisis en la que vive su actividad tras un año de pandemia, lo que los ha llevado a una situación «crítica, dramática y alarmante».
Antes de iniciar el recorrido han entregado una carta en la Subdelegación del Gobierno con sus demandas y explicando la situación del sector, posteriormente se hizo lo propio en el Ayuntamiento
Esta reclamación no es nueva, ya que llevan “más de un año” llamando a la puerta de las administraciones. los hosteleros no pueden subsanar sus deudas porque no tienen ayudas y no tienen ayudas porque no abonan sus deudas. La mayoría de ayudas son para muchos sectores y otras tienen unos requisitos que las convierten en inabordable
La marcha ha terminado en el Arenal, junto a la portada de la Feria, y desde el Centro Náutico Municipal, en el Balcón del Guadalquivir, nosotros, Objetivo corduba hemos podido presenciar los previos junto Antonia Alcántara, Jesús Guerrero, Casa Mazal y con los monitores de navegación, Tnt Aventura 2020.
Dichos monitores han sido los que han acompañado a varios miembros de Hostecor en el recorrido por el Guadalquivir hacia el Puente Romano con piraguas, arrastrando maniquíes vestidos de cocineros y camareros, atados con una cuerda al cuello y con carteles de llamada como, ¡socorro¡ y ¡ayuda!, Dándole un sentido alegórico al ahogo al que se ve sometido todo el sector, sufriendo una situación angustiosa que sufren miles de pequeños empresarios y autónomos.
“Quizás “, un rescate, sí podría mantener a flote a la hostelería. la última oportunidad de salvar un pilar básico de la economía española y andaluza.
Nunca mejor dicho son los que están pagando los platos rotos…